miércoles, 25 de febrero de 2009

Sajones regañaos

Los regañaos son uno de esos emblemas turolenses. Este fin de semana pasado, debido a que el mal tiempo nos impidió llegar hasta las localizaciones que teníamos en Gales, nos trasladamos ciento y la madre a Peracense para, entre las paredes de su castillo, dar carpetazo final al rodaje del videoclip de los Saxon Batallions of steel. No hubo regañaos, lástima. Pero sí múltiples aventuras. Muchas de ellas capitaneadas por Max Maine. En la foto lo deja claro: "Venga, chavales. A ver quién le echa huevos".

Por cierto, la mayor parte de las fotos son de Luis Sorando. Un agradecimiento especial desde esta humilde página.

El Eus, tomando la fresca de la mañana. Castillo al fondo.

Wall·e y yo.

Max y yo tiraos a la bartola, comentando la jugada.

El Barbarte, manejando a Wall·e.

Ahí estaba yo, intentando explicarle a la figuración que, en realidad, debían darse bien de hostias.

Y les voy colocando, cuidadosamente.

Y, mientras tanto, Max trenza aquí, trenza allá.

Lo que más le preocupaba a Max de sentarse en la roca, eran las hemorroides... En serio.

Mi prima Inés vino para hacer el papel de niña de la peli. Lo que más le volvía loca, era para qué carajo servía la claqueta.

Uno de los momentazos de Perceval, fue cuando Max tocó la gaita de improviso aquella noche en el castillo. Aquí, fue un placer escucharle mientras se ponía el sol.

Y eso es lo mejor de trabajr de sol a sol. Lo malo son los madrugones, pero los atardeceres....

Otra de los lujos fue tener a Manolo. Como siempre, a los dos lados de la cámara. Como en los viejos tiempos.

Por ahí bajan las liebres.

Una parte de la pelea principal.

En la torre. Pedazo de localización.

Max y Spam. Dos escoceses atrapados en Teruel.

Vaya par.

Manolo, dispuesto a repartir candela a Max.

Eus. La decandencia del poder olvidado.

Tengo la cara quemada por el sol, pero pasamos un frío...

Vegas, observando la escena.

No hay que intentar actuar como los actores...

Porque ellos siempre lo hacen mejor que tú.

Eus y Max, en lo más alto del castillo. Recordando aquellos días en Loarre.

Aitana no dudó en demostrar que sabe manejar la espada.

Pero le tocaba más el rollo Lady Marian.

Concentrado, al contraluz.

¿Qué hemos dicho hace un momento para dirigir actores?

Si yo me encontrara a Max en un pasillo así, también me acojonaría.

Uno de los lujazos, fue contar con Luis Sorando. Desde tiempos de Perceval y el fallido proyecto de La defensa de Zaragoza, no nos echábamos la manta a la cabeza juntos. Estuvo de puta madre que viniera.

Padre e hija, en la ficción.

Madre e hija, en la ficción también.

Menudo rebaño ha reunido el Eus.

El Barbarte desayunando, la mar de tranquilo con su musiquita, su cafecito, su amanecer y los pies colgando del peñasco.

Freedom!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Vaya par de pillastres...

... después de esa mirada, sólo queda aventurarse a la búsqueda de juerga.

Max y Aitana, desafiando a la industria cinematográfica.

Y foto de familia. Hasta aquí lo que ha sido un rodaje duro pero lleno de momentos estelares. Para uno, que ya esta bregado en estas lides dignas del más loco Herzog, esto no ha sido ni más que un 2% de lo que fue Perceval. Aunque, claro está, con muchíííííísimo menos dolor. Aunque lo ha habido, por supuesto. ¿Acaso es posible hacer cine sin causar ningún dolor? La respuesta próximamente.

martes, 24 de febrero de 2009

Entrevista perdida a Stanley Kubrick

Estos días en Londres tuve la oportunidad de conocer a Jeremy Thompson, periodista del Times y, a su vez, cronista independiente de la historia del cine. Tras una buena sesión de pintas en un local de Paddington, me reveló algo que – sin duda – es uno de los hallazgos más sorprendentes para la historia del cine reciente. Pocas horas antes de morir, en el año 1999, Stanley Kubrick accedió a conceder a Thompson una entrevista a raíz del estreno de Eyes Wide Shut. Lo que viene a continuación es una reproducción de dicho encuentro, si bien, la traducción es mía y pueden encontrarse ciertos errores, producidos por el ansia de publicar tan valioso y desconocido documento.

La lluvia de Londres terminó por despejarse en la estación de St. Albans, lugar acordado con Emilio, el chófer de Stanley Kubrick, para que me recoja. Hoy visito Childwick Bury, el hogar de Mr. Kubrick. La apertura de verjas se sucede como debieran ser los puentes levadizos de los castillos y, allí, en la misma puerta principal de la mansión, Mr. Kubrick me espera, vistiendo un atuendo de un azul desgastado, que le haría parecer un empleado del ferrocarril francés.

“Buenos días, Mr. Thompson” Me recibe brevemente y con familiaridad Stanley Kubrick. Me lleva hasta su cocina, un espacio inmenso lleno de plantas que cuelgan desde el techo, donde nos sentamos y es él mismo quien me pide que empiece la entrevista.

JT: Han pasado más de diez años desde que presentó usted su última película, ¿se encuentra nervioso ante los cambios en el mundo y en la industria?

SK: Abordar una película es un reto sumamente arriesgado. Presentarla es un auténtico suicidio. ¿Cómo saber que lo que estás escribiendo interesará al público varios años después, cuando el filme esté efectivamente terminado? Es algo sobre lo que conviene pensar.

JT: Sin embargo usted ha parecido siempre elegir sabiamente los temas de sus películas respecto a la época en las que realizó. Si 2001 hubiera sido realizada posteriormente, ¿quién sabe si películas como Star Wars habrían llegado a hacerse?

Mr. Kubrick piensa frotándose su barba debilitada por los años. Una profunda expresión reflexiva ocupa su rostro y responde con suma cautela.

SK: 2001 no habla de ciencia ficción, sino de espiritualidad. Son temas que trascienden el tiempo. De lo que habla en realidad es de Niezstche. O si no, ¿por qué cree que hay tantas formas circulares, tanto paso de hombre a superhombre y la música de Así habló Zaratustra? El tema de 2001 es bastante anterior de lo que muchos creen y, de hecho, Niezstche solo es una ejemplificación de lo que trata.

JT: Pero, por ejemplo, hizo La naranja mecánica en una época en que la violencia juvenil tenía una importante relevancia en la sociedad, y El resplandor llegó para dar rienda suelta a la explosión de películas de terror.

SK: Sin duda no soy impermeable a las circunstancias de la sociedad. A pesar de vivir cómodamente recluido de la vida pública, me mantengo perfectamente en sintonía con los acontecimientos actuales. Sin embargo, uno de los aspectos que me interesa de su pregunta es el siguiente: ¿es una película fruto de su época o las películas – y el resto de hechos culturales – son los que conforman una determinada corriente de pensamiento y actuación en una época concreta? Es un factor en el que pienso a menudo.

JT: Precisamente le quería preguntar por su decisión en cuanto a su estilo de vida.

SK: ¿Qué quiere decir?

JT: Oh, perdón. Me refería precisamente a, como usted lo ha llamado, “reclusión”.

SK: ¿Reclusión?

JT: Sí, hace un momento así se ha dicho.

SK: Espero que no me malinterprete, Mr. Thompson, pero en absoluto me considero un recluido. Simplemente, he preferido alejarme del mundanal ruido. Si usted hiciera películas comprendería algo muy importante que muchos cineastas olvidan: la dedicación total a la obra. Es imposible realizar un filme de calidad con distracciones. Yo no salgo por las noches, ni hago largos viajes, ni entorpecedoras visitas promocionales. Yo me dedico en cuerpo y alma a mi obra. Existe una fina línea entre una película de verdad y jugar a hacer cine. Muchos directores solo juegan. Están rodeados de fiestas y mujeres, cuando en realidad lo que deberían es llevar una vida monacal durante la producción de su película. Yo siempre estoy trabajando, por lo que siempre abogo por esa vida monacal.

Mr. Kubrick coloca delicadamente sus gafas sobre su nariz, recuperando elegantemente su correspondiente puesto. Sus pequeños dedos blancos son delicados como plumas. Inyecta su mirada directamente sobre mi blog de notas y mi grabadora, como si pudiera ejercer alguna especie de poder mental sobre ellos.

JT: Por lo que deduzco de sus palabras, diversión es lo último que aparece por su mente a la hora de realizar una película.

SK: Pero eso es porque una película no es divertida de realizar. Siempre se entra en conflicto con alguien, ya sea el productor, los actores o todos a la vez. Yo particularmente, disfruto mucho más con la escritura del guión y con la soledad de la sala de montaje que con la farándula del rodaje. Por eso, entre otras cosas, siempre reduzco mis rodajes a la más mínima expresión. No hablo de tiempo, sino de personal. No quiero 13 ayudantes trayendo cafés cuando 3 lo pueden hacer perfectamente.

JT: También significa menos gente observando su trabajo.

SK: ¿Exactamente cuál es su propósito con esa pregunta, señor Thompson?

Trago saliva, no sé porqué he dicho algo semejante, ha sido un acto reflejo.

JT: Espero que me disculpe Mr. Kubrick, lo que quería decir es que usted siempre ha sido muy celoso de su intimidad, especialmente cuando trabaja.

SK: ¿Quiere hablar de intimidad? Le diré algo, jovencito. Le daré una buena noticia, aunque no creo que pueda publicarla. Ahí, entre esos documentos existe una copia de los primeros minutos de los que será mi próxima película.

JT: ¿Eyes wide shut?

SK: No, por supuesto que no. Me refiero a la película que está en preproducción que empezaré a rodar en cuanto adecue los acontecimientos a mi favor.

JT: ¿Está hablando realmente de su siguiente filme?

SK: Así es, hijo.

JT: ¿Puedo preguntar el título?

Mr. Kubrick sonríe. No es una sonrisa cariñosa ni sarcástica, pero sí una mueca labial que demuestra perfectamente que sabe de su dominio de la situación.

SK: Cocteau escribe en Orfeo: "¿Qué debo hacer?" Y la respuesta es: "Sorpréndeme".

La pausa que se crea, constriñe el ambiente como una lápida que cubriera la luz. Mr. Kubrick se levanta y coge una pequeña bobina de 16mm.

SK: Son tan sólo pruebas. Bosquejos. Apuntes. Creo que, de ahora en adelante, cambiaré mi esquema de producción y, empezaré por rodar escenas sueltas sin saber muy bien dónde va la historia ni la acción. Simplemente para definir los personajes y la estructura. Para sorprender mi imaginación.

JT: Para estimularla.

SK: En efecto.

Mr. Kubrick accionó el proyector y lo que vi en la pantalla no puedo describirlo. No porque no pueda físicamente, sino porque si lo hiciera, estaría muerto. [Aquí, Thompson ejerce un salto temporal hasta el día de hoy. Como la entrevista no son más que originales suyos, no están siquiera ordenados y me tomo la libertad, en pos de la fidelidad periodística de ejercer tal operación] Aún hoy, años después de su muerte no puedo contar a nadie lo que vi aquel día en Childwick Bury. Sólo puedo decir que, hace un año, volví allí. Soy un auténtico admirador de volver a visitar la escena del crimen. Volví a su casa y hablé con su viuda. Ella me dijo que “sabía perfectamente que Stanley había dejado su obra inacabada, que no eran más que bocetos de lo que le hubiera llevado 10 años completar”. Si los dioses de este mundo lo permitieran, podríamos ver esos minutos de puro arte. Pero ¿si se vieran tendrían el mismo valor? Quizá solo Mr. Kubrick pudiera responder a esa pregunta.


Esta ha sido la mejor traducción que he podido hacer del texto íntegro. Por desgracia algunas partes se perdieron, pues agentes de la Warner Bros. en Londres trataron de requisar mis documentos a mi vuelta a España. Afortunadamente, logré guardar en una pequeña tarjeta de memoria la mayor parte del texto. Seguramente, publicarlo aquí me deja las puertas abiertas a una investigación y a acciones judiciales, pero espero que así, al menos, exista un modo de que la gente tome conciencia y, algún día, seamos muchos los que reivindiquemos ese testamento cinematográfico que El Maestro en persona dejó antes de morir.

P.D.: Un agradecimiento muy especial a Jeremy Thompson, que tan estoicamente soporta todos los agravios que las multinacionales cinematográficas ejercen sobre él con total impunidad.

sábado, 14 de febrero de 2009

One Eyed Tom

De un tiempo a esta parte he seguido las críticas de Valkiria con un interés relativo, como de pasada. Ni Bryan Singer es un tipo que me diga nada, ni pierdo el culo por Tom Cruise, pero cuando todo el mundo se pone de acuerdo para poner mal a una película, me encanta interesarme por ella, dudar de todas esas críticas y, una vez la he visto, descubrir que la película merece la pena.

Valkiria está de puta madre. Es verdad que sabes cómo va a terminar, pero en la escena en que estalla la bomba, en todos esos minutos precedentes, yo me he mordido las uñas como hacía tiempo que no lo hacía en el cine. La película tiene dos partes, una que va hasta el atentado y otra que empieza después. Cierto es que la segunda es mucho más floja, pero Singer adopta un estilo prácticamente invisible en todo momento que te hace sentirte como en casa. Hay momentos que, incluyendo un diseño de sonido muy acertado, utiliza el flashback y el flashforward metiéndote de lleno en la acción. Creo que, aparte de Sospechosos habituales (no menciono Verano de corrupción, porque no la he visto) es la única película de Singer que merece la pena, porque de X-men y Supermanes tiene para aburrir un rato, todo lo contrario que en Valkiria, un filme de esos que podrían durar cuatro horas y a ti se te pasarían como 30 minutos.

Sólo un pequeño detalle. Muy acertado el comienzo, con Cruise hablando en alemán y esa transición ya empleada en Los juicios de Nuremberg o La caza del Octubre Rojo para pasar al inglés. Se agradece. Muchísimo. Pero por más que lo he intentado, no me puedo creer a todos esos secundarios hablando con su excelente acento británico y vistiendo el uniforme alemán. Que sí, que lo sé, que soy un pesadito con el tema de los idiomas en las películas, pero me parece fundamental. Todos los actores están más que bien, pero no me creo ni a uno de ellos hablando con su flema inglesa. No me los creo de alemanes, no. Me creo más a Tom Cruise incluso, por tener un acento no tan característico.

Sin embargo, y a pesar de todo, es una película que merece la pena mucho ver. Sin pretensiones. Simplemente para desconectar dos horas y vivir la aventura. Ahora, que otro temita es el que los yankis estén desde hace unos años tan pesados con que algunos nazis no eran tan malos. O algunos alemanes no eran nazis. O, bueno, lo que sea. Con un Papa de las Juventudes Hitlerianas, cualquier cosa.

viernes, 6 de febrero de 2009

Future prochain


Aquí el tráiler de Las 5 muertes de Ibrahim Gonsález. Pendiente de etalonaje y mezcla de sonido, se podrá ver entero, espero, que en abril. El cortometraje se rodó con la técnica del shot motion, de la que ya hemos hablado otras veces. La verdad es que los Saxon me han abducido y me encuentro inmerso ahora mismo en eso y mi proyecto Balarrasa Entertainment, del que hablaré detalladamente próximamente.

Sobre todo, porque el sábado pasado estuvimos en la Multiusos del Auditorio de Zaragoza grabando en 3D el directo de los Frutas y Verduras en lo que será su siguiente videoclip Param all star y, en el horizonte aparecen nuevos bolos, algunos de ellos muy prometedores en tierras patrias y también en tierras teutonas.

Pero cada cosa a su tiempo...

lunes, 2 de febrero de 2009

Sajones Lejanos (vol. 2)

Ayer llegamos de Karlsruhe, Alemania. Ciudad cercana a Stuttgart, donde Saxon preparaba los ensayos de su nueva gira en las impresionantes instalaciones del Rock Shop. Un sitio de lujazo donde nos han tratado de maravilla y donde hemos podido rodar a los Saxon en directo, para el 50% del vídeo de Batallions of steel, y que nos ha dejado momentos como este:

Sin duda han sido un par de días mágicos. Llegamos como todo el equipo y acaparamos los flycases que nos dieron, ya que cosas del digital, descargábamos continuamente a los ordenadores y hacíamos prueba, como David en la foto.


No hablaré de las formas a la hora de trabajar que tenemos en este país nuestro. Algunos ya saben que me pegué seis meses intentando que en alguna gira nos incluyeran enla hoja de ruta. Aquí no tuve ni qué pedirlo, que pa organizaos ya son los alemanes ya... Ahora, que yo se la taché de arriba a abajo...
Vegas al monitor, haciendo posible lo imposible. La hiperrealidad...

Chris Rapp, el técnico de luces de los Saxon, yo creo que fue el héroe de la semana. Yo me esperaba a algún cenizo que no nos diera ni una pizquita de caridad. En cambio, me encontré a un alemán encantador y educado, que lo primero que nos preguntó fue nuestras intenciones estéticas, porque dependiendo de lo que quisiéramos podía darnos unas luces u otras. Solo teníamos que pedir. Nos dijo que siemore tendríamos frontales (imprescindibles para verles las caras a la banda) y nos trajo incluso un mil con dimmer para rellenar desde platea. Que un técnico que no trabaja para ti haga eso, creánme señores del jurado, es toda una hazaña. Desde aquí mi saludo para Crap, Danke schen! Y no os perdáis su documental en el disco de los Saxon!

Barbate trabajando codo con codo con Crap, ajustando las luces. Estuvo tentado de cantar, tocar la guitarra y sentarse a la batería... pero se contuvo.

Con la inestimable ayuda de Fernando Lueches, nos organizamos y empezamos a rodar, con un par. Muy a la española.

BIFF: Pablo, so what's your idea for this live?
PABLO: Well, has to be energic, emotional. With the 3D stuff you're gonna be more a touchable sensation than other thing.
BIFF: Oh, fuck. Great! But let's fucking do it fast, we have to rehearse! And next time bring some more wine!
Rodando...

Thomas Jensen, mánager del grupo, nos observa. Nosotros hacemos como si nada. Sabe que hay un acuerdo tácito de no jodernos. El no se chiva si la cagamos, nosotros no le decimos a Biff que fuma a escondidas...

Raúl, que es jevi de los de toda la vida, disfrutó como un enano. Para qué decir más, solo hay que verlo.

Menudas pintas. Sentados en un sofá de Sennheiser. De derecha a izquierda: El Barbate, Fernando, Raúl y yo. Atención a mis calcetines.

Y hasta aquí la primera parte del rodaje. En un par de semanas nos vamos a Gales para rodar la parte de ficción, con nuestro amigo Max Maine. Mañana emepzaremos el montaje de toda esta parte de directo con la banda y a pensar en lo que va a venir, porque los Saxon están tan entusiasmados con la cosa, que hasta hemos hablado de hacer algo en Hannover en marzo. Además de las citas que nos esperan con ellos en directo en Barcelona, también en primavera, y en Wäcken en agosto.
Pero vayamos por partes... De momento agradecer al equipo su fuerza y esfuerzo, a Thomas por estar ahí finalmente, a los Saxon por ser tan majos (Nibbs, bajista, y Nigel, batería, fueron unos auténticos cachondos mentales y los que mejor se lo pasaron. Qué cosa cuando Nibbs se torcía el tobillo por saltar del escenario, diciendo que le daba igual, que quería que quedara guay en el vídeo); además de a toda la gente de Crystal sound, Rock Shop. Y muy especialmente a Chris Rapp.
Habrá más...