sábado, 14 de julio de 2012

Castings fallidos

Las más de las veces, el reparto que tenías pensado para tu corto / largo / lo que sea, no coincide con el que finalmente lo forma. Hay veces que - por supuesto - es para mejor, ya que la propia forma de la película o el desarrollo de la producción, dejan bien claro que sin ese actor no hubiera sido lo mismo. Aunque también ocurre totalmente lo contrario, la elección - a veces porque uno piensa que acierta y otras porque no queda otro remedio - es totalmente contraproducente.


De cualquier manera, para bien o para mal, los intérpretes que terminan llevando el peso de la acción definen en buena medida a la película de la forman parte. Aquí, algunas de la experiencias de un servidor en las que no se pudo contar con los actores que inicialmente se pensaron o se contactó para que hicieran el papel.

Teléfono Móvil: Volamos hacia la esclavitud (2000): Para el papel del fiscal yo quería a Javier Gurruchaga. Se intentó... sin respuesta.

Rodaje Perfecto (2001): Escribí el guión pensando en Nacho Vigalondo. En aquél entonces, Vigalondo no era tan conocido como hoy y en Zaragoza alabábamos su trabajo algunos pocos acérrimos. Un año después viviríamos unas cuantas locuras, pero en aquél entonces, a pesar de conocernos, no teníamos confianza y a mi me daba muchísimo palo pedírselo. Seguramente debería haberlo hecho y dejarme de hostias. Pero no lo hice y, claro está, él nunca supo que yo escribí el papel para él.

Jinetes en la tormenta (2001): Yo quería que Adolfo Fernández hiciera el protagonista. Entonces protagonizaba Policías y fue difícil hacer que leyera el guión. Ni él ni Alberto Jiménez quisieron hacer el corto y me sugirieron a Eus Barrera que, por suerte, se ha convertido en gran amigo y compañero  desde entonces.

Huída a toca teja (2004): Yo había escrito el papel protagonista femenino pensando en Paula Echevarría, hoy día mujer de David Bustamante, entonces prácticamente desconocida, salvo por algunos memos que veíamos London Street. A ella le gustó el guión y modificamos la fechas de rodaje para que le encajaran con sus compromisos. Pero tres semanas antes de empezar el rodaje, le ficharon para la nueva temporada de El comisario y... no iba a tener ni un minuto libre. Alexandra Jiménez era muy conocida por salir en Los Serrano y, por fortuna, era de Zaragoza. Me fui a una charla que daba en un colegio de la ciudad y hablé con ella. Se leyó el guión en el AVE de vuelta a Madrid y le encantó, pero... tenían que ser otras fechas distintas. Las cambiamos. El tiempo avanzó. Ya estábamos a menos de dos semanas de rodar. Y a tan solo unos días antes... le salió una obra de teatro en Argentina. Imposible hacer el corto. Vigalondo, que iba a protagonizar el corto, sugirió el nombre de dos conocidas suyas: Kira Miró y Rosanna Walls. Él insistía en Rosanna porque acababa de rodar Torrente 3 y Kira Miró no era tan conocida entonces, así que nos lanzamos... 

Noches Rojas (2007): Para este largo de ínfimo presupuesto yo quería a Joaquín Murillo de protagonista, pero él estaba metido de lleno en dos obras de teatro y me sugirió a uno de los actores de su repertorio, Alfredo Mompel, con quien el rodaje ganó enteros y fue de una ayuda fundamental para sacar adelante el día a día. Aunque estuvo a punto de no hacer la película. El primer día de rodaje, la calle Mayor cortada al flujo peatonal para nosotros, una veintena de extras vestidos de cofrades de Semana Santa, la Policía echándonos un ojo porque íbamos a pegar tiros... y el actor no aparecía. Se había dormido y llegó como hora y media tarde, en aquél momento yo solo pensaba en sacar adelante el rodaje de ese día y a punto estuve de tener que sustituirle. Afortunadamente, llegó y fue una experiencia maravillosa poder contar con él, ¡de las que nos sacó más de un día!

Perceval (2007) : Formar el reparto de este corto fue tan difícil como hacer el corto mismo. Había actores, como Eus, a los que yo tenía claros, pero había algunos papeles que había que completar. En un principio, intentamos dar con Sergio Peris-Mencheta para hacer el protagonista, logramos hablar con su representante y fuimos a verle actuar en una versión de Hamlet. Sin embargo, viendo la obra, me di cuenta de que a quien quería para Perceval era a Iván Hermés, uno de los secundarios de la obra y que se marcó una pelea a espada cojonuda. Le gustó el guión y empezamos con las clases de latín... Para el papel del rey Arturo yo estaba empeñado en tener al cantante de Saxon, Biff Byford, simplemente porque quería que el rey de los sajones, fuera el líder de Saxon. Así que fuimos a verle Patxi y yo al Monster of Rock y después de verle deshacer el set list con sus dientes, le aposté a Patxi que conseguiría convencerle. Al día siguiente me puse en contacto con su manager y tras unos largos tiras y aflojas que duraron hasta el mismo día que pisó el castillo, logramos que hiciera el papel. Por fortuna, la amistad con él ha continuado los años siguientes y nos ha proporcionado no pocas aventuras y trabajos (Batallions of steel, Road to Wacken...). Sin duda la mayor pérdida del reparto fue Dolph Lundgren. Sí, He-man, el malo de Rocky y un largo etc. Yo le quería para el papel del monje que custodia el Grial. Sabía que tenía relación con España y tras muchos pasos, logré que su agente en los USA me pusiera en contacto con "su gente en España". Cambiamos fechas de rodaje por él y fue una locura cuadrar sus días juntos a los de Biff, por ejemplo, pero lo teníamos. Lamentablemente, a tres días de rodar en San Juan de la Peña, me escribió desde China, donde su rodaje se había alargado. Volvería tan tarde que ya no podríamos rodar con él. Nos ofreció hacerlo en febrero, entonces era octubre. Fue una decisión de esas que duelen, pero tuvimos que decirle que no podríamos rodarlo entonces.  Con tan poco tiempo, hubo que trabajar rápido. Gracias a Luis Alegre contactamos a Carlos Bardem y un montón de actores españoles que  no podían encajarlo en sus agendas. Empezamos a tocar las puertas de las agencias de Londres y hablamos con Charles Dance (el malo de El chico de oro), Jürgen Prochnov (el prota de El submarino), incluso Max von Sydow y TODOS rechazaron hacerlo. Uno de los figurantes, que habían venido como especialistas de acción, Jens Ormö, para más inri sueco como Lundgren, fue quien terminó interpretándolo. Lo mejor es que Jens no es actor, sino recreacionista y le gusta más coger una espada que nada en el mundo, a pesar de... ser ¡astrofísico! Y toda una eminencia en su campo, que se pega el año de charla en charla ahora por todo el globo. Para rematar Perceval, el mayor descubrimiento en materia no solo de casting, sino profesional y personal, fue Max Maine. Necesitábamos a un tipo grande que supiera manejar una espada y a un doble de Biff para un plano lejano. Un día, rodando, mi ayudante de dirección me dice "tienes que conocer a este tipo" y salgo y veo a un escocés enorme lleno de tatuajes y con los pelos hasta la cintura. Iba en su Harley y resulta que estaba viviendo allí con su novia. Había visto unas noticias del corto en el periódico y se ofrecía para echar una mano: había sido especialista y coordinador de acción en Braveheart (además de ser descendiente de los Wallace), Los inmortales o Rob Roy. Terminó haciendo un montón de papeles y escena de riesgo en el corto y a lo largo de los años anda que no hemos vivido aventuras.

Las 5 muertes de Ibrahim Gonsález (2009): Escribí de nuevo el guión pensando en Nacho Vigalondo. Él estaba más en ese tiempo en Los Ángeles que en ningún otro lado y fue imposible hacerlo en las fechas que queríamos. En el entretanto, fui a Londres y conocí a Nicholas Stratton. Automáticamente supe que tenía que cambiar el guión, hacerlo en spanglish y que él lo protagonizara. ¡Qué gran día aquél!

La culpa aprieta más gatillos (2011): El guión lo escribí pensando en Carlos Bardem, pero no conseguimos que aceptara.  Fue cuando David Sancho mencionó a William Miller, amigo suyo y sobresaliente actor. Toda una suerte que a él le gustara el guión y que pudiéramos rodarlo en inglés, como yo quería en un principio y de no haber sido él, no se podría haber hecho así. Fue una de las mejores experiencias que he tenido con un actor. 

Y podría seguir con algunos proyectos más. Anécdotas y reveses los hay en todos y cada uno de ellos, pero prefiero dejarlo aquí, que ya me ha quedado bien largo.

2 comentarios:

Ignacio Estaregui dijo...

Buen post!
La abuela de Al Quinto! iba a ser Mariví Bilbao hasta que a falta de tres semanas el médico le recomendó reposo!!!
No todo iba a ser que Tom Selleck iba a ser Indiana Jones!!
Suerte.

Aragüés dijo...

Gracias!! Y en el tintero se quedan algunos más!!